El mito de Windows fácil

Una de las cosas que decidió en su día que Windows se convirtiera en el sistema operativo de escritorio para todo el mundo fue un pacto con el diablo su facilidad de uso. Sí, todos los tontos que hemos prestado (y prestamos todavía... en ocasiones) servicio técnico gratuito sabemos que de fácil nada, pero desde luego era más amigable que las pantallas negras de Linux y sus 1000 comandos.

Pero algo ha cambiado. Y lo ha hecho ya. Linux ya no es ese sistema de frikis, hecho por frikis y sólo para frikis. También lo puede usar cualquier mindundi. Y Ubuntu ha sido ese revolucionario que está dando a conocer la alternativa. No será el mejor sistema, pero actualmente es tan fácil o más que el propio Windows.

Por mi cumpleaños me regalaron una tarjeta bluetooth para el ordenador. Enchufar, detectar y... ¿listo? No, Windows XP requiere que pongas el CD con el driver, instales manualmente y, en mi experiencia queda, leer las instrucciones. Fueron un total de 10 minutos invertidos, pero no fui capaz de conectar con el móvil. Vale, soy un torpe y a buen seguro que con 2 minutos más lo hubiera conseguido. Pero ésa no es la cuestión que estamos discutiendo ahora ;)

Al día siguiente arranqué con Ubuntu, no instalé nada, no leí nada y en 5 minutos tenía las fotos descargando. No es algo aislado. Para la conexión a internet también tuve que instalar un CD y hacer varias milongas en Windows... mientras que en Ubuntu fue arrancar y navegar. Microsoft ha perdido ya la guerra, aunque todavía no lo sepan ni los propios usuarios.