El dragón
A un reino lejano llegó un dragón pendenciero. Era un dragón fiero. Comenzó a asolar la comarca y nada parecía detenerlo. Al fin, los habitantes del reino decidieron comenzar a sacrificar a jóvenes (y bellas) doncellas para aplacar la ira del dragón. Mas la medida funcionó a medias, ya que el dragón volvía religiosamente a cobrar su particular diezmo. Y así fue hasta que no quedó una sola doncella joven (y bella) más que la princesa. Con todo el dolor de su corazón, el rey soberano tomó la difícil decisión de sacrificarla cual plebeya.
Sin embargo, el milagro ocurrió. El dragón quedó cautivado ante la belleza de la joven y en lugar de devorarla como era su proceder habitual, gentilmente la desató y cargándosela al hombro, se la llevó lejos de aquel lugar, a su guarida. Nacía así la esperanza en el corazón del monarca, que emitió un edicto convocando a cuantos hombres de armas estuvieran dispuestos a enfrentarse a la bestia. Quien devolviera a la princesa, la desposaría y obtendría de inmediato la corona.
Muchos voluntarios se presentaron, mas todos fracasaron. Así hasta que finalmente no quedaron voluntarios y el rey se vio en la obligación de organizar levas forzosas para derrotar al animal. Aquí es donde entra nuestro héroe, un simple campesino amante de la paz, la tranquilidad... y su vida. Fue reclutado a la fuerza y escoltado hasta la guarida del dragón para asegurarse que no escapara. Mientras la guardia quedaba fuera, él hubo de internarse en la cueva donde el dragón aguardaba el enfrentamiento.
Al encontrarlo, el héroe no pudo más que alzar la mano y decir: "Paz, hermano". Acto seguido, encendiendo su motosierra de un fuerte tirón, despedazó al atónito dragón, se internó en la caverna en busca de la princesa, despedazándola cuando la encontró. Despedazó a los guardias y a todo el que se puso en su camino mientras regresaba ante el rey. Ya en su presencia, el rey le preguntó, aterrorizado, qué le había pasado. "No lo sé." – Contestó él – "Sólo sé que me siento Jason".
Inspirado en El guerrero, la princesa y el dragón.
Basado en hechos reales.
Sin embargo, el milagro ocurrió. El dragón quedó cautivado ante la belleza de la joven y en lugar de devorarla como era su proceder habitual, gentilmente la desató y cargándosela al hombro, se la llevó lejos de aquel lugar, a su guarida. Nacía así la esperanza en el corazón del monarca, que emitió un edicto convocando a cuantos hombres de armas estuvieran dispuestos a enfrentarse a la bestia. Quien devolviera a la princesa, la desposaría y obtendría de inmediato la corona.
Muchos voluntarios se presentaron, mas todos fracasaron. Así hasta que finalmente no quedaron voluntarios y el rey se vio en la obligación de organizar levas forzosas para derrotar al animal. Aquí es donde entra nuestro héroe, un simple campesino amante de la paz, la tranquilidad... y su vida. Fue reclutado a la fuerza y escoltado hasta la guarida del dragón para asegurarse que no escapara. Mientras la guardia quedaba fuera, él hubo de internarse en la cueva donde el dragón aguardaba el enfrentamiento.
Al encontrarlo, el héroe no pudo más que alzar la mano y decir: "Paz, hermano". Acto seguido, encendiendo su motosierra de un fuerte tirón, despedazó al atónito dragón, se internó en la caverna en busca de la princesa, despedazándola cuando la encontró. Despedazó a los guardias y a todo el que se puso en su camino mientras regresaba ante el rey. Ya en su presencia, el rey le preguntó, aterrorizado, qué le había pasado. "No lo sé." – Contestó él – "Sólo sé que me siento Jason".
Inspirado en El guerrero, la princesa y el dragón.
Basado en hechos reales.
Etiquetas: Jason
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9 Comentarios:
Se os va la ollaaaaaaaaaaa!!!
Jajajajajajaa, Jason-Lek... Chals-Manson... tienes varios apodos... estás muy mal, tío, pero que muy mal...
Di que si, yo te entiendo. Jason Pawa :-)
Estás jodido de la cabeza, pero que muuuuuy jodido (Tómate una tila antes de venir a trabajar no vaya a ser que pongas a prueba todas tus sabias enseñanzas...)
jajaja... feliz viernes 13, tíos... y en lugar de decirme que estoy fatal de la cabeza, recordad que el lunes vuelvo para cumplir mis amenazas ;)
Si es que estás enfermo... mira que liquidar al pobre dragón que seguro que sólo era un pobre animalillo asustado...
Eh, eh, eso díselo al héroe... mi único papel aquí es el de trovador ^^
Ya, pero seguro que tú hubieras hecho lo mismo, que ya se la manía que tienes a los pobres animalitos indefensos...
Creo que el próximo viernes trece habrá que encerrarte por si las moscas...
Asesino!
A los del SEPRONA voy a llamar ahora mismo!! ;)
Un abrazo en inglés.
CIAO.
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