miércoles, julio 24, 2013

Liberar un Samsung S2

 Otro post constructivo. Hace tiempo me dieron con una compañía un fantabuloso Samsung S2, y al cambiar de compañía procedieron a regalarme un teléfono un tanto mierdero. Así que tenía por delante la titánica tarea de intentar liberar el Samsung, donde además de todos los contactos, a través de la Wi-fi he mantenido el Whatsapp y otras aplicaciones de éstas tan de moda.
Total, que por un lado la pereza y por otro la tonta idea de que se aplicase correctamente la ley que obliga a liberar los terminales, lo he ido dejando y dejando y dejando... hasta ayer. Una de las cosas que me daba pereza era perder los datos del móvil (contactos, fotos y aplicaciones), pero compensa con mucho la pasta gansa que te piden por liberarlos. Vamos al lío.
Como primer paso, tendréis que instalar el Kies, aunque sea por los drivers del teléfono (a mí sin eso el Odin no me reconocía el teléfono). Yo hice una exportación de contactos, pero luego ha hecho lo que le ha dado la gana. Hay gente que no la tengo, gente que no la debería tener... seguro que hice algo mal.
Segundo paso, rootear el teléfono. Para eso, yo he seguido los pasos de cómo liberar gratis y fácilmente el Samsung Galaxy SII (primer vídeo), donde además te lo actualizas a Android Ice Cream Sandwich. Como aclaración (o es que yo soy muy cortuco), toda la 1ª parte del vídeo que habla de la LP9 en realidad son los ficheros que te descargas del full Wipe.
Tercer paso, la liberación. El sistema de la página anterior con el Galaxy S2 SIM Unlock a mí no me ha funcionado. Si lo queréis intentar, dadle tiempo, que requiere sus buenos 10-12 minutos. Si tampoco os funciona, no os preocupéis, hay más vías. La que me funcionó fue la de este tutorial para liberar el Samsung Galaxy S, que es bajarte 2 aplicaciones (BusyBox Installer y SIM Unlock), instalar el BusyBox desde el installer y ejecutar los pasos que dice la página anterior (yo lo tuve que reiniciar a mano). Mucho más sencillo que con el SDK de Android y otros sistemas de bajo nivel.
Y así me ahorré llamadas engorrosas a teléfonos de tarificación sospechosa y pagos demenciales por códigos infructuosos. Nada me funcionó a la 1ª, pero la satisfacción de mi 2º móvil liberado (antes fue el de mi novia) es similar a la de volver a utilizar un teléfono que no se bloquee cada 3 horas.


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