Virus hasta en la sopa

Lo malo de la tecnología es que la grandiosidad de los fallos crece con la devastación que producen. Todo producto etiquetado con RFID (como el DNI electrónico) nace muerto o con unas necesidades de seguridad que el usuario medio, no nos engañemos, no está dispuesto a aplicar (y el avanzado a pagar). Si yo me conformaba con hackear mi llave RFID para el café, los zumos, las chocolatinas y las coca-colas... Con todo, lo mejor ha sido la reacción de los defensores de la aplicación de esta mierda:
"No son virus, sino trozos de código SQL autorreplicante."Más información en Hispasec y Barrapunto.
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