miércoles, septiembre 13, 2006

La España del Cid

Éste de mi izquierda era el alcalde de Barcelona y es el nuevo ministro de industria español. Como sustituye a un corrupto y siempre hay que ir a más, éste de mi izquierda es directamente un delincuente. Pero no solo él. También la paleta de ministra de cultura. Y no lo digo yo, lo dice una juez de Illinois (para todos los gustos: El País o Libertad Digital).

El 1º es del que depende el desarrollo de internet en España; de la 2ª se nutren la $GA€ y demás chupópteros y llorones. Hoy se cumple más que nunca ese viejo aforismo español plasmado en el Cantar de Mío Cid y refrendado durante los siglos de regio desgobierno austriaco y borbonico:
¡Dios, qué buen vasallo, si oviesse buen señor!
No son los únicos implicados, pero sí son los únicos que pertenecen a mi gobierno y desde luego me parece muy grave que mis representantes, de los que depende la aprobación de leyes, sean delincuentes comunes perseguidos por la justicia.

Yo empiezo a estar con los de Ikea y voy a independizar mi casa, porque ¡qué gobierno tenemos, Señor, qué gobierno!

1 Comentarios:

Blogger El Cerrajero ha dicho...

Hay que reconocerle a Clos el mérito de ser el único que ha conseguido bajar los pisos... al menos en El Carmel xD

6:20 p. m.  

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