La peor parte del viaje han sido sin lugar a dudas los viajes en avión. A la ida, se suponía que salíamos a las 16:30, pero cuando llegamos 2 horas antes, ya marcaba 20 minutos de retraso. Tomar un bocadilluco de jamón, uno de nuestros fijos en el aeropuerto bilbaíno y a las 16:10 ya marca como hora de embarque las 21:55... empieza la rueda de preguntas y la preparación para una espera que se avecina larga. Al menos tuvieron la decencia de sacarnos a las 6/6:30 para llevarnos a Bilbao, al hotel Barceló Nervión, a darnos de merendar bocadillos de chorizo (dicen las malas lenguas que también de jamón, pero ni olerlo oiga), soltarnos un ratuco por la ciudad y a eso de las 8 y media darnos de cenar. Vuelta al aeropuerto, con retraso ya para más de las 23 horas, aprovechamos para
obligar a la gente de Iberia a que nos firmen un papel reconociendo y confirmando el retraso (aunque la compañía era TunisAir, los de Iberia les hacen el papeleo... y ponen la cara, a lo que se ve)...
Finalmente, tras
8 horas de retraso partimos hacia tierras tunecinas. El avión parecía estar bastante bien (tenía GPS para que siguieras la ruta, que es la primera vez que lo veo) aunque ya nos avisaron que no era nuestro avión, que habían tenido que cambiarlo. A la llegada al aeropuerto,
¡¡sorpresa!!, son las 2 de la mañana, pero nos tienes que rellenar una puta cartulina de mierda para que sepamos que no huyes de tu país capitalista a nuestro paraíso y/o que no piensas matar al presidente. Una vez rellenada, y que el tío espabilado tarde 3 minutos en comprobar que la mierda de letra es por el cansancio y no porque hayas mentido, pasas oficialmente al país... allí nos recogieron de la agencia y nos llevaron hasta Hammamet Sur (casi hora y media en furgoneta)... llegada al hotel............ y dormir.... al fin dormir.
Es la última vez que relaciono Pringles y viajes en avión, lo juro.
Las fotos que demuestran el retraso (porque, claro, toda la peña sacando fotos del panel por si las moscas):
aquí y
aquíPero no se vayan, aún hay más. A la vuelta el avión salía a las 13:20 horas. Madrugón y llegada al aeropuerto con 2 horas de antelación...
rellenar otra vez las putas cartulinas (no, no he matado al presidente), que el mismo tío espabilado compruebe que el hotel en el que dices haber estado es el que es, que trabajas de lo que dices... yo qué sé; lo dicho, más de 3 minutos por persona. Pasamos a la zona de embarque y... 13:00, 13:10, 13:20, ¿13:30?, ¿y el vuelo?
No hablo español... nos tienen ahí tirados, sin explicaciones diciendo que hay un breve retraso (lumbreras, jé) y blablabla... la salida se produce finalmente pasadas las 16:30...
A la llegada a Bilbao, otra vez al mostrador de Iberia y con la nueva confirmación firmada preparamos el escrito para reclamar a
MundiColor que nos devuelvan pasta por las molestias o les metemos un puerro que se cagan. Ya informaré de lo que nos cuenten.
PD.
Lo de las Pringles y el aeropuerto es porque cuando fuimos a Chipre nos tiramos 8 horas en el aeropuerto de Frankfurt. Me compré unas Pringles para comisquear algo... esta vez ya venían con nosotros (las patatas), y ya sea casualidad o alineación de planetas: 8 horas.
PD2.
Ayer he vuelto de estar 3 días en Málaga. El vuelo de TunisAir que había allí salió con sólo unos minutos de retraso...
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